"En el Palacio de Jade" Alfonso de la Risca

En el Palacio de Jade

Las mejores cosas de la vida comienzan con un acto, referencias orgánicas forman la imagen latente de la figuración. Motivo cotidiano, diálogo entre el espacio físico y el objeto, la percepción visual, la verdad y el simple placer de los sentidos, confeccionan un universo realista, con experiencia visual, con mente abierta y espíritu libre, por el mero hecho de ser creada; bodegones de gran sentido compositivo, sencillez y fuerza en una plástica expresionista y gestual y con amplio trazo matérico.

Alfonso de la Risca compone con gusto y pureza, en la inocencia, en el misterio o en la búsqueda, conecta para alcanzar el equilibrio, esencia de lo milagroso, y en vez de utilizar el pensamiento se deja poseer por él.

Sentado ante una taza de té, motivo que toma y convierte como en magia o cambio en la percepción, visión que extiende como propósito selectivo o representación.

Alfonso en su pureza, en la transcendencia, sueña que todo es posible, que solo hay que pisar el aire “como una piedra” y luego creerlo. Lucha por el amor en el Palacio de Jade; y levantando la taza, su atención se centra justo en el asa, único contacto con el objeto, pero la baja a los labios, notando el calor, su atención se dilata en los sentidos, así que, situando la taza junto a los demás objetos sobre la mesa, completa la abstracción, y como un relámpago, visualiza de inmediato la gran obra que hoy nos presenta como “Palacio de Jade” o interior del artista.

                                                                             Juan M Lax